jueves, 23 de agosto de 2007

EN DOMODOSSOLA, CON EL CUÑADO (ITALIANO) DE UN ALCALDE ZAMORANO

Llueve, diluvia, hace casi frío, doce grados a las diez de la mañana ayer miércoles, si bien, hoy ya brilla el sol y se ve todo de distinta forma. Desde la tarde del lunes el tiempo dió un vuelco. El sol desapareció, cayó agua casi sin parar y el paisaje ya no parecía el de siempre. El martes, como no sabíamos qué hacer optamos por pasar la tarde a cubierto en un centro comercial de Lugano, resultó que miles de personas habían tenido la misma idea. Consecuencia, colas por todas partes, el parking a rebosar y atascos para regresar. De tanta lluvia el arroyo que corre cerca de nuestra casa presentaba ayer el aspecto que muestra la foto, cuando hasta ahora era un pequeño regato. Ante este panorama ayer, miércoles, nos fuimos a Locarno para hacer una excursión en tren hasta Domodossola, ciudad italiana de 20.000 habitantes a unos 50 kilómetros al oeste del punto de partida. Viajamos en el ferrovia Centovalli, nombre que recibe por atravesar docenas de valles de montaña, aunque además de su faceta turística es también un tren de pasajeros. El paisaje es el imaginable, aunque nos sigue sorprendiendo: el tren va unos cientos de metros por encima de valles vertiginosos, montañas, pueblecitos, un gran bosque continuo y, tras dos días de lluvias generosas y en ocasiones torrenciales, cascadas cayendo por todas partes. El tren circula bordeando precipicios a velocidad reducida y atraviesa numerosos túneles. A mitad de camino cambiamos de Suiza a Italia, aunque ni nos enteramos de la frontera. Después de tantos días sí observamos una pequeña diferencia en los pueblos: los suizos están más cuidados, nada está fuera de lugar, el orden y la pulcritud es la norma . Los italianos presentan un muy buen aspecto, pero quedan un poco atrás. No obstante, viniendo de donde venimos, unos y otros nos parecen dignos de una medalla.
En Domodossola, cuya plaza del Mercado se ve en la foto, buscamos un lugar para comer nada más llegar y por casualidad aterrizamos en La Meridiana. Eran más de las dos, una hora intempestiva para los usos europeos, pero la camarera, tras consultar, nos aceptó. De entrada nos sorprendieron los carteles de corridas de toros de plazas españolas; también, que la carta dedicara su primera página a especialidades españolas. El motivo, según supimos después, es que el dueño, Aldo, está casado con una española a la que conoció cuando los dos trabajaban en Ginebra. Después montaron en su lugar de origen el restaurante. Lo curioso es que el pueblo de su mujer es Castroverde de Campos, en Zamora. Tras identificarme como paisano nos dio todo tipo de datos. Así, resulta que su cuñado es el alcalde de Castroverde desde hace 25 años y también ha sido diputado provincial. Allí regenta un restaurante, según Aldo muy reputado, que se llama Mesón del Labrador. Le prometimos una visita y nos lo recomendó encarecidamente. Sin duda mantienen buenas relaciones ya que además viajan con frecuencia a Zamora en la línea de vuelos baratos de Ryanair entre Bérgamo y Valladolid. Por lo demás comimos bien, un más que digno plato del día por poco más de diez euros.
La siguiente foto la sacamos en Locarno, frente a la estación de tren y es un edificio magnífico.
FE DE ERRATAS. Nuviana existe. No nos habíamos tomado muy en serio a la paisana de Corippo que nos dijo haber puesto Nuvia a su perro por un vino español llamado Nuviana que ninguno conocíamos. Sin embargo, el otro día lo vimos en híper suizo y compramos una botella para probarlo. Es un vino de la tierra del Valle del Cinca, en Huesca, a base de uvas Tempranillo y Cabernet Sauvignon y no está nada mal.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Habrá un gallego en la luna pero la verdad es que zamoranos (o amagos de zamoranos)haylos en todas partes!!!!
bikos desde Vigo

Anónimo dijo...

Para vuestro consuelo el tiempo aquí también está muy malo, aunque se espera mejoría para el fin de semana.

Por cierto como siguen la caldera y la lavadora.

Anónimo dijo...

Desde Doral seguimos vuestras peripecias y además ya vemos que los gallegos llegamos a la luna,pero los de Zamora no se quedan mancos a la hora de colonizar mundos nuevos.
Si por ahi llueve no os preocupeis,que aqui no lo hace, aunque en el Pais Vasco y Cataluña estan nadando,ahogados en chubascos.
Un abrazo Ubi y el Escribano

Anónimo dijo...

hoy voy con retraso por que llevo dos dias sin tener tiempo de meterme, el Alcalde de Castroverde tiene un restaurante muy famoso, ahora no me acuerdo del nombre de él, lo he mirado en la guia es CECICLIO LERA. bueno voy a leer el del mañana. un abrazo Pedro

SANDRA BRAMAJO PONCHIONE dijo...

les agradezco enormemente los comentarios queridos colegas españoles, me llamo sandra,soy de buenos aires, he vivido en su pais durante 7 bellos años, en barcelona.
Viaje a Italia a conocer al pueblecito de mi nonno(ABU)que es en San Marzano Oliveto, provincia de Asti en el 2001 y de alli me fui a ver a una amiga argentina que vive en los Alpes, cuando baje del tren me enamore a primera vista de este encantador lugar tan pintoresco, en cuanto salimos a recorrer en coche me dije Sandra algun dia tienes que vivir aca y me puse manos a la obra. Entre idas y venidas de barcelona a buenos aires se fueron pasando los años, los amores, con hijo de por medio, muerte de mi padre y enfermedad de alzheimer de mi madre, muerte de mi pareja, madrileño, etc.. se fueron pasando los años. por suerte me he podido recuperar de tanto cachetazo de la vida y hoy tengo mi billete aereo. Si dios quiere en febrero regreso a mi amado pueblo blanco, donde nos espera un ex novio desde hace 10 años. Alla vamos Domo querida...